El autor en la creación fílmica. Un estudio de Celos, de Arcady Boytler y Él, de Luis Buñuel.
- Javier Emmanuel Cruz Guzmán
- 27 jun 2023
- 15 Min. de lectura
AUTORES: Javier E. Cruz y Ximena Morales Pérez
Introducción
En el cine se presenta la oportunidad para tratar temas variados. Cada obra fílmica tiene dentro de sí varias lecturas posibles de las cuales se pueden armar discusiones que duren mucho tiempo. Cuanto más rica y compleja sea la película, mayor será el número de lecturas. Esto no sólo se debe a la pieza en sí, sino a la experiencia subjetiva de cada espectador. El poder reconocerse en el trazo de los actores, los movimientos de cámara, incluso en la música que suena de fondo. Estos recursos con los que cuenta el cine, algunos propios y otros prestados de las demás artes, hacen que sus narrativas puedan llegar a lo más profundo del público.
Pero, ¿quiénes son las personas que realizan esas obras que parecen conectar tanto con las personas? En términos simples, son los autores. En el caso particular del cine, se tiende a considerar que estos son los directores. Hay quien argumenta, y no con motivos vanos ni superficiales, que es un error considerar al director como el genio detrás de una cinta. Si bien sí se puede encontrar autoría por parte de varios directores, esto también tiende a invisibilizar la labor y autoría de otros departamentos del quehacer cinematográfico. Sin embargo, sería mentira decir que no se pueden encontrar patrones similares en las cintas realizadas bajo la dirección de ciertos cineastas.
Y es que el autor no es sólo quien pone su nombre en la silla del director. Es aquella persona que, en una obra, plasma sus inquietudes, su subjetividad, la manera en que concibe al mundo. Quizá en artes donde la creación se centra mucho más en una sóla persona sea más sencillo encontrar no sólo estos patrones, sino también algo de la vida de la persona en la misma. En las pinturas de Goya y Rembrandt se puede ver la historia de los mismos. En la música de un cantautor como Leonard Cohen se percibe su crecimiento e intereses personales. En los poemas de Sor Juana se refleja su interior. En el cine, al ser un arte colaborativo, es algo más borroso. Y, sin embargo, cuando hay de verdad un autor, su voz podrá ser escuchada.
Y es así que, en este trabajo, se verá cómo dos directores (dos autores), a través de su voz, tratan temas similares. Es también para saber cómo es que su vida los influenció para hacer las películas de la manera en que lo hicieron. Se verá que, a pesar de muchas similitudes entre ambos, son quizá las diferencias las que puedan provocar un cambio de tono y de estilo que repercute en su forma de desenvolverse en su labor de cineastas.
Biografía Arcady Boytler
El productor, guionista y director de cine Arcady Arcadievic Boytler Rososky, nació el 31 de agosto de 1895 en Moscú, Rusia. Fue mejor conocido por sus películas durante la Época de Oro del Cine Mexicano.
Durante los años 20 comenzó a hacer comedias mudas y era llamado “El Gallo Ruso”.
Boytler emigró a México junto con su esposa, Lina Boytler, en 1931. En donde se estableció rápidamente como actor, guionista, productor, director y editor en la naciente industria fílmica mexicana. A su llegada fue contratado por el productor Felipe Mier con el que realizó diversos documentales turísticos de corte "eisenstiano".
En 1932 dirigió su primer largometraje titulado Mano a mano. Este filme le permitió establecerse en el cine mexicano y aprovechar el surgimiento de la incipiente industria cinematográfica nacional. Así, fundó su propia casa productora y pronto decidió quedarse en el país, aprovechando el novedoso sistema óptico sincronizado a la imagen, fue la primera película sonora mexicana.
A su vez fue el primero en integrar cine y teatro en América Latina de manera vanguardista.
El cineasta quedó impresionado con el ambiente cultural de México lo que le permitió sentirse parte de él. Por ello trató de participar lo más que pudo en las actividades relacionadas con el arte; en particular con el cine. Es así como participa en el filme titulado Celos, el cual fue producido por Felipe Mier, con la compañía Producciones Mier S.A. Dirigida y escrita por Arcady Boytler, Roberto Gavaldón y José Benavides Jr. como asistentes de dirección y Alex Phillips en la dirección de fotografía.
Dicha producción comenzó a rodarse en octubre de 1935 y fue estrenada hasta el 23 de enero de 1936 en el Cine Palacio (Getafe, España).
Esta nos presenta la historia de un prominente médico cirujano que ve cómo su mundo se derrumba lentamente a consecuencia de los celos.
Celos es una película particularmente interesante porque recurre a un aspecto poco desarrollado (hasta le fecha) en las historias llevadas a la pantalla mexicana. Tomando como punto de partida la vulnerabilidad de un individuo en situaciones extremas de inseguridad personal, Boytler desarrolla un personaje que va más allá del estereotipo clásico del hombre celoso, pues, con el desarrollo del personaje del doctor Armando Torrescano, el director creó un cuadro clínico muy cercano a la esquizofrenia clásica. Hace presente las alucinaciones que le llevan irremediablemente a la pérdida de la cordura, primero imaginando y después sosteniendo que su casta esposa es una vulgar mujer que sostiene relaciones con el primer hombre que se le ponga enfrente.
La historia no deja de rozar los límites de la exageración, tanto como las propias actuaciones de Fernando Soler, un debutante Arturo de Córdova y de Vilma Vidal, principal trío por el que se desarrolla la trama, acompañados por Emilio Indio Fernández, un lustro antes de debutar en la dirección.
La historia tiende un poco a exagerar el dramatismo por el hecho de que se recurre a la búsqueda de un naturalismo cinematográfico, extraído más de la tradición teatral del ruso, discípulo aventajado de Konstantin Stanislavski, con quien estudió en Moscú.
Cabe hacer mención que el aire cosmopolita que rodea a la cinta, como la participación de prominentes médicos, casas modernistas (muy distantes de las rancherías que invadirán las pantallas durante esa década), tratamientos de enfermedades mentales, fiestas de sociedad, casas de descanso en las montañas, etc. Es un indicativo de la visión de “hombre de mundo” del ruso, más que de un conocimiento de la industria y los temas recurrentes en el cine mexicano.
Es importante mencionar la importante influencia del cineasta y amigo Sergei M. Eisenstein para la realización de esta cinta, con la que, sin duda, inauguró el tema en donde el clásico macho mexicano es expuesto como alguien que no deja de ver a la mujer como una propiedad, a pesar de que el protagonista posee modales y actitudes refinadas.
Boytler hizo suyo este país. Fue tanto su apego a la nación mexicana que incluso hoy muchas personas ignoran su origen ruso. Murió en 1965 y en su honor, desde hace varios años, una de las diez salas de la Cineteca Nacional lleva su nombre.
Biografía Buñuel
Nació el 22 de febrero de 1900, en Calanda, España, bajo el nombre completo de Luis Buñuel Portolés. Es considerado uno de los directores de cine más importantes de la historia. Su estilo e influencia se pueden sentir hasta nuestros días, tanto en el cine mundial, como en el mexicano. Su carrera abarca desde trabajos en su natal España, hasta una filmografía importante en Francia, pasando por la notable carrera que desarrolló en México.
Inició su quehacer cinematográfico en España. Su debut como director fue con una de las piezas fílmicas más importantes de la historia. Esto incluso puede ser considerado como un presagio de la figura que posteriormente impactaría en el cine internacional. Esta pieza fue Un perro andaluz (1929), un cortometraje de 21 minutos en el cual, en colaboración con Salvador Dalí, Buñuel pone en práctica los principios del surrealismo. Es así que la cinta no cuenta una historia como tal, sino que trata más de crear reacciones emocionales aludiendo a la naturaleza de los sueños.
Después de hacer algunas producciones más, aparte de su paso infructuoso por Hollywood, Buñuel por fin llega a México. Fue aquí que debutó con la película Gran Casino (1946) protagonizada por las estrellas: Jorge Negrete y Libertad Lamarque. Sin embargo, esta película fue un fracaso. A pesar de ello, a Buñuel se le dio la oportunidad de dirigir una película más, la cual fue El gran Calavera (1949) protagonizada por el legendario Fernando Soler. Debido al gran recibimiento del público a la película, la carrera del director español tuvo un impulso en la industria nacional.
Posteriormente dirigiría la película que, en cierta medida, terminó por consagrarlo como un director reconocido internacionalmente. Si bien en un inicio fue mal vista por sectores conservadores en México, tras su reconocimiento en el festival de Cannes, Los Olvidados (1950) se convirtió en una de las películas más importantes en su filmografía y en la historia de la cinematografía mundial. A tal punto que la Unesco la reconoció como parte de la Memoria del Mundo.
Posteriormente rodó la película que aquí nos compete, Él (1953), en la cual, en colaboración con Luis Alcoriza en el guión, se adaptó una novela de Mercedes Pinto. En esta cinta, se cuenta la historia de Francisco, un hombre rico quien se enamora de Gloria. Sin embargo, el matrimonio entre ambos no es el cuento de hadas que se pudo esperar, sino que Gloria se ve envuelta en un ambiente donde la paranoia y celos de Francisco la encierran.
Esta película, en la cual el propio Buñuel admitió poner mucho de él mismo, no sólo destaca debido al tema que trata, sino a la manera en que el director y su equipo llevan a un gran nivel el uso de las herramientas del arte cinematográfico. Quizá debido a su trasfondo en el surrealismo, y su habilidad para trabajar con símbolos, Buñuel no se mantiene en el plano realista, sino que utiliza varias metáforas para darle mayor profundidad a la historia. Desde hacer que el personaje viva aislado en una casa que casi parece un fuerte, hasta el propio diseño de su hogar, en el que se refleja la locura interna de Francisco.
Además, afín a los temas comúnmente tratados en la filmografía del director naturalizado mexicano, hay una crítica a la sociedad. Desde la referencia a la doble moral de la iglesia católica escenificada en el padre Velasco, hasta el conservadurismo en general. Juega mucho con el engaño y las apariencias ya que Francisco, al ser una persona de dinero y un supuesto hombre de bien (entiéndase, alguien que va a la iglesia y aporta mucho a la misma), no está bajo el mismo escrutinio de otras personas (no sólo Gloria, incluso otros hombres, como uno de los abogados de Francisco y el amigo de Gloria que se encuentran en Guanajuato).
Es de destacar la fotografía de Gabriel Figueroa, quien se logra deshacer de los grandes paisajes y cielos que lo hicieron famoso, para recrear con luces y sombras un ambiente opresivo al interior de la casa (y, casi por extensión, al interior de Francisco).
Si bien la película fue mal recibida en su estreno, el paso del tiempo le ha hecho justicia, haciendo visibles sus virtudes.
Buñuel siguió dirigiendo varias películas no sólo en México, sino también en Francia, sitio donde colaboró con uno de los guionistas más importantes de la historia, Jean-Claude Carrière. Vivió en México hasta el final de sus días, el 29 de julio de 1983, dejando un importante legado en la cinematografía mundial
Similitudes y diferencias
Es la película de Boytler la que deja claro, desde el título, el tema de ambas películas: los celos. En ambas cintas se pueden ver los siguientes patrones: mujeres que, en cierta medida, se encuentran indefensas ante las imaginaciones infundadas de sus parejas. Esto terminará por llevar a un punto de no retorno, en el cual las inseguridades de los hombres los trastornan de tal manera que no pueden volver a la sociedad.
Las similitudes entre ambas cintas no terminan ahí. En ambos casos, se retrata a personas de un nivel socioeconómico alto. En el caso de Celos, el protagonista es un doctor que incluso dirige una clínica. Por su parte, si bien no se especifica a qué se dedica el protagonista de Él, es bien sabido que proviene de una familia opulenta y que cuenta con varios negocios que le permiten vivir de forma cómoda. Y es quizá derivado de lo anterior, que podemos ver que, en un inicio, ambos protagonistas son considerados como personas honradas. En el caso particular de Francisco en Él, directamente varios personajes lo mencionan como un caballero. Eso no significa que Armando en Celos sea menos respetado, pues es necesario recordar la forma en que se expresa respecto a él Federico al inicio de la película, alabándolo en su oficio de médico cirujano.
Es así que un análisis superficial consideraría que ambas películas son básicamente la misma. Con tantos puntos en común podría parecer una necedad no considerar eso. Y, sin embargo, una mirada más meticulosa encontrará que, si bien tienen la misma raíz, ambas películas terminan por distinguirse gracias a la labor de sus autores. No sólo por el director, sino también por todas las demás personas involucradas en la hechura de las cintas.
Uno de los primeros puntos que diferencian a ambos filmes, es el guión. Si se tiene en cuenta la estructura dramática, podríamos convenir en que tienen el mismo punto de partida. Si se tiene en cuenta lo escrito por Lajos Egri en El arte de la escritura dramática, la premisa dramática por la cual se rigen estas historias es: los celos llevan a la autodestrucción. Así, la premisa, la cual es, de acuerdo a Egri, el alma de la historia (una tesis o esencia que se defiende a lo largo de la trama) tiene cierto parecido con la de Otelo, de William Shakespeare. Si bien en Otelo la premisa dramática es: “los celos llevan a la autodestrucción de uno mismo y del bien amado”, se pueden encontrar ciertas similitudes. Básicamente, la mayor diferencia es que, tanto en Celos como en Él la destrucción es hacía el protagonista, no necesariamente hacia el bien amado (contrario a Otelo en donde, como típicamente sucede en las tragedias de Shakespeare, una parte importante de personajes muere al final).
Y esto lleva a otro tema, el cual es el género de las películas. Si se toman en cuenta los géneros dramáticos, ambas tienen un desarrollo interesante. De acuerdo a Virgilio Ariel Rivera, ambas películas están inscritas dentro del género dramático de la tragedia. Ariel Rivera menciona que las tragedias tienden a ser historias con cierto trasfondo religioso, en las que los protagonistas transgreden reglas un tanto trascendentales. En este caso ambos violan la confianza que debería haber entre marido y mujer. Este acto es lo que los lleva a ser castigados. Otro punto importante en las tragedias es que todo es por obra de los protagonistas, ellos nunca son la víctima. Y esto es lo interesante pues en el cine mexicano se tienden a escribir melodramas. Eric Bentley en La vida del drama, menciona que este género es el que lleva las pasiones a lo máximo, por lo cual no hay ninguna clase de matiz. Ariel Rivera complementa esto al afirmar que los personajes tienden a ser caricaturas, donde sólo se ve una faceta de los mismos. Y algo importante: en el melodrama los protagonistas sí son víctimas de las circunstancias.
Ahora, lo curioso en ambas obras es que, pese a su género dramático, y quizá gracias a la forma como se desarrollaba la industria en esos años, ambas parecieran tener cierto tono melodramático. Y es aquí donde encontramos quizá la primera gran diferencia entre ambas películas: Celos roza mucho más el melodrama de lo que hace Él. Porque hay que recordar algo: tanto para Bentley como para Ariel Rivera, la tragedia es un género complejo, mientras que el melodrama es simple. Una forma de distinguir esto es mediante los personajes: mientras los personajes de tragedia tienen mucho desarrollo, en melodrama son mucho más directos y sin tantos matices. Así, mientras en Él se puede encontrar una mayor complejidad tanto en Francisco como en Gloria, en Celos el único personaje complejo es Armando.
La prueba es simple. De acuerdo a Lajos Egri, los personajes tienen tres dimensiones: física, social y psicológica. Un personaje complejo tiene desarrolladas las tres. Así, veamos a Francisco, su dimensión social es que proviene de una familia religiosa y opulenta; su dimensión física es que es alguien que viste de manera elegante (esto además de sus características como la estatura, su forma de caminar, gestos, etcétera); y la dimensión psicológica es particularmente rica: es alguien paranoico, celoso, aparte incluso el público llega a conocer sus fetiches (su fijación con los pies), se sabe también que es alguien a quien le preocupa las apariencias. Por su parte, Gloria tiene una dimensión social también clara, pues proviene de una familia también de dinero, aparte de ser de otros país, a ello, se le puede sumar que es muy cercana a su mamá, quien en cierta forma controla sus vínculos con las demás personas; su dimensión física también es clara, pues no sólo es la forma como se arregla, sino sus gestos, estatura, etcétera; y la dimensión psicológica es también rica, pues es una persona que en muchos sentidos está acostumbrada a ser sometida, tanto por su madre como por sus parejas, y es por ello que puede soportar muchos malos tratos (esto también está potenciado por la sociedad conservadora en la que vive).
Por su parte, en Celos, Armando es alguien cuya dimensión social es clara: es un médico que tiene gran solvencia económica, y que es respetado por las demás personas, aunque al inicio de la película se encuentra en soledad; su dimensión física es algo que la cinta explota, pues tiende a hacer gestos que implican cierta contención de sus sentimientos, además de que, cuanto más cae en la locura, sus gesticulaciones se hacen más exageradas; y por último, psicológicamente es una persona muy contenida, quizá tímida, y orgulloso (sus celos no sólo son por inseguridad, sino porque no quiere que la gente se burle de él, esto también se demuestra porque parece avergonzarse que su paciente casi muriera en la operación). Irene, por su parte, no queda clara su dimensión social, se sabe que con su matrimonio con Armando llegó a la clase alta pero ¿siempre fue de ahí? ¿Cómo es que vivía sola cuando Armando fue llamado para atenderla? ¿Quiénes eran sus padres? ¿Qué significaban para ella las personas que llamaron al doctor al inicio?; la dimensión física es más clara, pues pareciera que, en muchos sentidos, el papel de Irene es sólo ser linda para que Armando se enamore de ella; la dimensión psicológica tampoco tiene mayor desarrollo, pues, si bien se sabe que ella es alguien agradecida y que quiere a Armando con honestidad, sus sentimientos no tienen mayor explicación.
Esta diferenciación entre la escritura de los personajes se nota también bastante en los personajes secundarios. Si bien en Él hay varios que pueden ser distinguibles a partir de ciertos rasgos (por ejemplo, el Cura y su manera de hablar, la mamá de Irene, o Pablo y su relación con Francisco, etcétera), en Celos los personajes secundarios se encuentran más desdibujados (siendo el más rescatable Federico, pues es quien parece cortejar a Irene), teniendo en varias ocasiones apenas líneas de diálogo que no logran hacerlos distinguibles del todo (siendo más memorables los personajes que aparecen en el manicomio que los demás médicos y personas del círculo social de Armando, quizá con excepción de Sebastián, el mayordomo de Armando).
Y es que la mayor diferencia entre el guión de una y otra película es que en Celos, Arcady Boytler es mucho más directo. Va al grano con las acciones. Por su parte, Luis Buñuel y Luis Alcoriza se toman mucho más tiempo para desarrollar todas las acciones. En cierta forma, la película de Boytler está mucho más contenida. Esto no es un defecto, sino que es una manera que tiene de remarcar el carácter de su protagonista. Sin embargo, Buñuel lleva para afuera la locura de Francisco, no sólo en el diseño de producción (donde se puede destacar la casa que se construyó para que Francisco habitara) sino también en la fotografía y, particularmente, en la secuencia del clímax.
Es por ello que también debe de resaltarse que, debido a sus trasfondos, ambos directores tenían dos formas de aproximarse a las historias. La visión de Boytler es más realista y, de muchas maneras, sobria. Su puesta en cámara tiende a ser más estable, sin tantos movimientos y, más allá del tono teatral más propio de la época, en realidad la actuación de los intérpretes tiende a no ser exagerada. Por su parte, Buñuel no tiene miedo a jugar con recursos más ligados a lo imaginario, a los sueños, herencia de su etapa surrealista. Es por ello que el clímax de ambas historias es la muestra de sus dos formas de ver el mundo en funcionamiento: mientras que para Boytler es una pelea física, para Buñuel es una secuencia donde la realidad y la ficción se mezclan a través del montaje y el sonido.
Conclusión
Al comparar ambas cintas es inevitable concluir que la figura del hombre macho, dominante, y agresivo predominó e influyó de manera significativa en el cine mexicano de la época del cine de oro, puesto que dicha representación de la masculinidad marcó las pautas para que los actores cumplieran con determinadas características físicas (desde la forma del cuerpo hasta la manera de hablar). Mismas que hoy en día nos permiten identificar, de manera puntual, en el cine moderno.
Boytler y Buñuel se atrevieron a abordar, desde diferentes perspectivas narrativas, un tema tan polémico para el contexto sociocultural de su época. Ambos cineastas decidieron ir más allá rompiendo con la clásica imagen del hombre ideal y ejemplar, mostrando el lado extremo de un celopata, hecho que fue muy innovador y disruptivo, convirtiendo a cada una de estas cintas en dramas adelantados a su tiempo.
Existen evidentes diferencias técnicas, esto debido en gran parte a la diferencia de años que existe entre ellas y todo lo que esto conllevaba (como la escasez de cierto tipo de materiales cinematográficos, los cuales eran cruciales para mejorar la calidad de las cintas). Sin embargo, ambas visiones contribuyeron a tener una concepción totalmente diferente respecto a las masculinidades, cuestionando la descomposición emocional de un hombre paranoico y los conflictos que los celos pueden causar, no solo en la pareja, si no a todas las demás personas que les rodean.
Referencias
Ariel Rivera, V. (1983). La composición dramática: estructura y cánones de los 7 géneros. Grupo editorial Gaceta. México.
Bentley, E. (1992). La vida del drama. Paidós. México
Dancigers, O (Productor). Buñuel, L (Director). (1953). Él. México: Ultramar Films.
Egri, L. (2009). El arte de la escritura dramática: Fundamentos para la interpretación creativa de las motivaciones humanas. UNAM. México.
Flores, R. Herrera, E. Mejía, P. Vazquez, J.(13 de Noviembre de 2012).Arcady Boytler Rososky, pionero del cine sonoro mexicano. Diario judio.com. Disponible en: https://diariojudio.com/comunidad-judia-mexico/arcady-boytler-rososky-pionero-del-cine-sonoro-mexicano/41810/
Mier, F (Productor). Boytler, A. Gavaldón, R. Benavides José (Directores). (1936). Celos (Cinta cinematográfica). México: Producciones Mier S.A.
Pérez Turrent, T. y De la Colina, J. (2002). Buñuel por Buñuel. Plot Ediciones. España.
留言